El cuervo
Genaro Israel Méndez Ávila
El autor del libro el cuervo Edgar Allan Poe, reconocido como uno de los padres del cuento moderno, así como el creador del género policial. Además, fue un gran escritor tanto de ciencia ficción como de obras de terror.
Fue un escritor, crítico, periodista y poeta estadounidense. Nació en Boston, Estado Unidos, el 19 de enero de 1809, y murió el 7 de octubre de 1849 en Baltimore, Estados Unidos.
Su primer libro, Tamerlán y otros poemas, circuló en muy pocas manos en Boston.
Edgar Allan Poe refiere un vasto número de simbolismos en sus obras. Iconografía que abarca desde lo lógico hasta lo fantástico. En esas imágenes que nos ofrece sobresale, ante todo, las alegorías a la muerte y el más allá, recurrentes en la mayoría de sus textos. Significados que cobran importancia en su relató poético El Cuervo, acaso su obra más célebre. En ella se puede encontrar un rico bagaje de emblemas de la muerte, el más allá y el amor. En principio, el poema comienza con una reflexión nocturna, relacionada con la melancolía, elemento del cual Poe usa para condicionar el ánimo del lector. Cabe recordar que ese estado coloca nuestra mente en su condición más frágil, débil y vulnerable, pero también en una posición sumamente creativa. Poe comienza a armar el rompecabezas de su poema desde esa perspectiva.
El protagonista ha perdido algo muy valioso, Leonora, a quien amó, arrancada de su yugo por el frío abrazo de la muerte. La necesitas, la quiere vuelta con ella. Para lograrlo vuelve su espíritu a todos los recursos posibles. La olvidada ciencia a la que se hace referencia es sin duda la alquimia, última esperanza, postrera arte para recobrar a su amada. El sonido irrumpe su búsqueda. No es un ser mágico ni fantasma alguno quien lo visita, sino un cuervo, un ser de este mundo, pero nefasto, símbolo de mal agüero, evocación del infortunio. Si se toma en consideración la posición en la que hace aparición esta ave, podrá observarse que la figura de la melancolía toma más fuerza en la escena, pues se postra en el busto de Palas, diosa griega de la sabiduría. Denostando de esa forma la razón nublada por los sentimientos de la pesadez.
¿Esta ave es un mensajero? ¿De dónde proviene?, ¿Es un guardián de la alquimia que reclama el alma de sus adeptos?, todo puede ser posible a la vez. Recuerda a los cuervos mensajeros de Odín – Wotan- Hugin y Muninn, enviados por el dios al alba para recoger información, para regresar por la tarde, momento en el cual entregaban todo el conocimiento obtenido a su señor. En El Cuervo de Poe, el ave sin duda hacía las veces de informante. Sin embargo, en oposición a un ángel, comisionado de los cielos; el cuervo representa al recadero del infierno, trae consigo malas nuevas, su amada, Leonora, no abra de volver a esta tierra. No existe poder que lo logre y todos los esfuerzos son y serán en vano.
Constantemente el sujeto intenta alejar al ave de la diosa griega, pero no, no da oportunidad de ello, como tampoco permite que su pensamiento sea libre. Esa es la representación más clara de que el ave no sólo nubla a la diosa de la sabiduría sino a la sabiduría misma del protagonista, en cada aleteo somete su espíritu a la imposibilidad de ver a su amada y su mente es prisionera de sentimientos que viven en inacabables memorias cíclicas.
Turbado, el sujeto ya no reconoce entre realidad y fantasía. En medio de los vientos y ruidos el cuervo habla, ¡increíble!, en ese momento se rompe la última barrera que distingue a las bestias del hombre. Ya nada es imposible.
¡Nunca más!, dice el ave ¡Nunca más!, no se cansa de repetirlo. La oscuridad cae sobre la casa como un ventarrón que somete todos los hilos sensibles de su ser. Ya nada queda que pueda ser solucionado. Desesperado, el cuervo lo conduce hasta el olvido de su humanidad, lo ha guiado también al borde de lo ininteligible, de la locura, de la muerte. Entonces, una luz aparece al final del camino, el ave de mal agüero transmuta en ángel que trae una buena nueva. Al fin, después de intentos y desesperanzas, en algún lugar de su locura, en algún punto de su alma, de la existencia misma, habrá de reencontrarse con su anhelada mujer.´
Muy buen trabajo
ResponderBorrarMuy clara tus palabras, buen trabajo
ResponderBorrarBuen trabajo, entendible e interesante me ayudo mucho. 👍
ResponderBorrarYa lo he leído, está excelente. Buena reseña
ResponderBorrarBuen libro recomendable y tú reseña es muy buena y centrada me da ganas de volver a leer el libro
ResponderBorrarUn buen tema Para hablar me gusto
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